
El Centro de Aprendizaje ANANDA surge como un llamado a una educación expansiva y cósmica, donde toda experiencia apunte al desarrollo holístico y al despertar de la consciencia—al cultivo de una mente abierta, un corazón sensible y unas manos creadoras, capaces de transformar al mundo. El aprendizaje, en esta visión, no emerge sólo de la instrucción, sino de la interconexión entre el ser humano, el ambiente y la vasta red de la vida que lo contiene.
Interconexión Cósmica y Sentido de Pertenencia
Priorizamos el descubrimiento activo de la identidad individual y colectiva, así como el sentido de pertenencia a la historia, la cultura, la comunidad y el entramado cósmico al que pertenece, a través de ambientes preparados para la interacción significativa y el intercambio de saberes generacionales.


Conciencia Ecológica y Relación Armónica con la Naturaleza
Situamos a la naturaleza como guía y maestra primordial, promoviendo el asombro y la vivencia directa, impulsando experiencias ecológicas cotidianas que cultivan en cada niño y niña la conciencia y responsabilidad de formar parte de la gran historia de la Tierra
Autorregulación Socioemocional y Cohesión Comunitaria
Colocamos el desarrollo socioemocional en el centro de la educación, haciendo de la convivencia un laboratorio inspirador para cultivar la armonía interior y la capacidad innata de cooperación y compasión. Fomentando la autorregulación y la empatía, construyendo una comunidad que sostiene la paz.


Autonomía Creativa y Propósito Personal
Promovemos el despertar del potencial único de cada niña y niño, impulsando la autonomía, la iniciativa y la creatividad a través de ambientes ricos en posibilidades y libertad interior. Cada niña y niño es invitado a explorar, investigar y crear, conectando con su propósito y sentido personal en la red de la vida.
Nuestro cuidado del niño debe regirse, no por el deseo de hacerle aprender cosas, sino por el empeño de tener siempre encendido en él esa luz que se llama inteligencia.
Maria Montessori

